28 de mayo: Salud de la mujer, más que un derecho, un compromiso colectivo
Cada 28 de mayo, se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, una fecha clave para visibilizar y reflexionar sobre los derechos sexuales, reproductivos y el bienestar integral de las mujeres en todo el mundo. Este día nos invita a recordar que el acceso a una atención médica digna, la educación en salud y la erradicación de desigualdades en el sistema sanitario son pilares fundamentales para una sociedad justa.
LA IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL Y EL AUTOCUIDADO EN LAS MUJERES
A lo largo del tiempo, muchas mujeres hemos asumido múltiples roles en nuestra vida diaria: madres, hijas, esposas, profesionales, trabajadoras, deportistas, emprendedoras... En medio de estas dinámicas, llevamos sobre nuestros hombros la responsabilidad de nuestras vidas, nuestras familias, nuestros trabajos y, a veces, simplemente la responsabilidad de nuestras propias decisiones.
Dra. Diana Silva
Sin embargo, más allá de todos estos roles, seguimos siendo mujeres con la capacidad de sentir profundamente, y también de cargar con pesos emocionales que, en ocasiones, pueden desbordarnos. Estamos constantemente expuestas al riesgo de desarrollar trastornos de salud mental como la ansiedad o la depresión, muchas veces asociados al estrés.
Desde el punto de vista neurobiológico, las mujeres tendemos a procesar y ejecutar múltiples tareas al mismo tiempo, lo que nos mantiene activas, resolutivas y en constante movimiento. Pero esta sobrecarga también puede afectar nuestro bienestar emocional, llevándonos a sentir que no somos suficientes o que no podemos con todo, generando un agotamiento que no es solo físico, sino profundamente emocional.
Por eso, es fundamental reconocer cuándo nuestras emociones se salen de control y darnos permiso para pedir ayuda. Aunque históricamente hemos demostrado que podemos con todo, eso no significa que debamos hacerlo solas. Es imprescindible reservar espacios para nosotras mismas, para cuidar nuestra salud mental y garantizar una buena calidad de vida.
Adoptar hábitos saludables como una alimentación balanceada, una adecuada higiene del sueño y la práctica regular de actividad física son pilares clave para mantener el equilibrio físico, emocional y espiritual. Y si en algún momento notas que tus emociones te sobrepasan, que tus rutinas se ven afectadas o que ya no disfrutas de lo que antes amabas, no dudes en buscar apoyo profesional. Cuidar tu salud mental no es un lujo, es una necesidad
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